ALIMENTACIÓN PARA QUIENES SIGUEN UN TRATAMIENTO CONTRA EL CÁNCER
La dieta es un factor importante en el tratamiento contra el cáncer, por lo cual es importante cuidar lo que comes y bebes diariamente.
En este post, retomando las recomendaciones publicadas en el sitio Walking Times, compartimos algunos cambios de dieta que se aconsejan para todo paciente con cáncer que ha iniciado un tratamiento para combatir su enfermedad.
1.- SIGUE UNA DIETA ALCALINA
En las culturas de occidente la alimentación tiene un denominador más o menos común a todas: favorece la inflamación e incrementa el pH intracelular, una combinación que se conoce en términos técnicos como acidosis, la cual crea un ambiente propicio para el desarrollo del cáncer. Frente a esta se encuentra la dieta alcalina, la cual genera las condiciones opuestas. Sus componentes son hojas y vegetales verdes cultivados orgánicamente, especias, raíces, cebolla, ajo, puerro, brócoli, coliflor, coles, fríjol, lentejas, chicharos, nueces y semillas, además de porciones moderadas (una taza por día) de granos libres de gluten como el arroz. En cuanto a carnes, se incluye el pescado, el pollo y la carne roja magra, siempre y cuando los animales hayan sido criados también orgánicamente ( o se encuentran libres de químicos tóxicos , en el caso del pescado). Dos o tres piezas de fruta por día completan la dieta. Por última se recomienda que tanto vegetales como frutas de consuman preferentemente crudos.
2.- EVITA EL AZÚCAR
Las células cancerígenas utilizan mucha más glucosa para cumplir sus funciones que las células sanas; por otro lado, la metabolización del azúcar genera ácido, lo cual favorece la progresión del cáncer. Estos dos motivos bastan para reducir la ingesta de azúcar en la vida diaria. Si te encuentras en algún tratamiento contra el cáncer, procura evitar incluso endulzantes naturales, como la miel de abeja o de agave.
3.- EVITA EL GLUTEN
El gluten provoca inflamación y esta a su vez favorece la progresión del cáncer. Es preferible evitar cereales ricos en gluten como el trigo o centeno e incluso algunos granos enteros. Recuerda que la mayoría de las pastas, cereales, pan, pasteles y galletas tienen harinas ricas en gluten entre sus ingredientes. Y si bien existen algunos de estos alimentos que se comercializan como “libres de gluten”, estos casi siempre incluyen azucares y aceites procesados que rompen con la intención de llevar una dieta alcalina. En este sentido, una de las mejores alternativas es recurrir a cereales naturalmente exentos de esta proteína como el arroz, la quínoa o el amaranto.
4.- EVITA LOS LÁCTEOS
De acuerdo con T. Colin Campbell, investigador de la universidad de Cornell, los lácteos se encuentran entre los alimentos que favorecen en demasía el desarrollo del cáncer. Su efecto en el cuerpo con relación a esta enfermedad es similar al de la azúcar, por lo que sea como medida preventiva o para quienes ya se encuentren combatiéndola, lo preferible es reducir su consumo.
5.- UTILIZA ACEITE DE OLIVA COCO O AGUACATE PARA COCINAR
Los aceites de oliva, coco y aguacate que se obtiene en frio son naturalmente antiinflamatorios, todavía más benéficos cuando su origen es orgánico. En particular el aceite de coco tiene efectos antibacteriales y fungicidas, con lo cual incide positivamente en el sistema inmune. Se recomienda evitar otros aceites como los de maíz, soja, canela, cártamo y girasol, sobre todo porque la mayoría de ellos provienen de plantas genéticamente modificadas y procesos altamente industrializados.
6.- CUIDA LO QUE BEBES
En correspondencia con lo recomendado anteriormente, hay bebidas que es preferible evitar para quien se encuentre luchando contra el cáncer, de entrada el alcohol, también jugos procesados ( por su alto contenido en azúcar), el café se debe disminuir y, a cambio, aumentar el consumo de agua, jugos naturales (especialmente de vegetales), te verde preparado ligeramente y te de jengibre. Los jugos de limón orgánico, de zanahorias, además de saludables, son parte importante de una dieta alcalina
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