CÁNCER Y EJERCICIO UN BUEN ALIADO
Existen evidencias científicas de lo positivo de una vida activa en el periodo de tratamiento.
La práctica suave, durante unos minutos, de ejercicio físico puede beneficiarte durante los tratamientos: reduce el nivel de estrés, de cansancio, los problemas de sueño y otros síntomas.
Los efectos secundarios, tanto físicos como psicológicos, derivados del diagnóstico de cáncer y de los tratamientos oncológicos, pueden hacer que te sientas deprimido, con debilidad muscular y más cansado de lo habitual.
En la actualidad se sabe que la actividad física de baja intensidad como el caminar, Thai Chi,yoga o dar paseos en bicicleta (terreno llano), mejoran sustancialmente la calidad de vida de los pacientes durante el tratamiento.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que los diferentes tratamientos pueden hacer ganar algo de peso, una dieta equilibrada algún tipo de actividad física, resultan muy aconsejables.
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) lanza una serie de consejos antes de incorporar la actividad física en el tratamiento del cáncer:
- En primer lugar recomienda hablar con el oncólogo sobre la posibilidad de realizarla y, sobretodo, seguir sus consejos.
- Es necesario que el paciente recapacite acerca de ue entrenamiento le apetece hacer, si es posible es mejor acudir a un gimnasio, y pedir a n amigo o familiar que sea el habitual (el apoyo social es importante y puede ayudar a cumplir el objetivo).
- Debe planificar su tiempo y fijar una hora para practicar la actividad elegida. En los días de los tratamientos y posteriores o en caso de agotamiento, debe reducir tanto la actividad como el tiempo (de 5 a 10 minutos al día)
- El objetivo o debe ser acabar agotado sino lograr los beneficios que una vida activa.
- Según la AECC basta con 30 minutos diarios.
Investigadores británicos abogan por incluir el plan de tratamiento de cualquier cáncer, si bien es evidente que el ritmo y la frecuencia debe ser reducido según el estado de salud del enfermo, del tipo de cáncer que padece, el tratamiento y la edad.
Para ser efectiva y segura la actividad física debe tener en cuenta otros criterios básicos, estado del individuo, tipo de ejercicio, intensidad (frecuencia y duración).
Habla con tu oncólogo sobre la posibilidad de realizar una actividad física y sigue sus consejos.